viernes, 2 de marzo de 2007

- Lofogramas: La importancia de las huellas digitales

Criminalística
A pesar de que en los últimos años las técnicas de investigación criminal se han ido perfeccionando cada vez más con la ayuda de los medios científicos, una vez conocido el hecho de que las huellas dactilares de cada persona son diferentes y tras los serios estudios realizados sobre este aspecto en el siglo XIX, se considera que la huella encontrada en la escena del crimen sigue siendo una de las pistas más importantes para la identificación del delincuente. El primer uso oficial de esta técnica deriva de 1858, cuando el británico Sir William James Herschel, que se ocupaba por aquel entonces de la administración del distrito de Hooghly en Bengala, hizo que los nativos, analfabetos en su gran mayoría, utilizasen sus huellas para rubricar los documentos oficiales y contratos.

El uso de este método se fue extendiendo poco a poco mientras que Herschel empezaba a descubrir con curiosidad las diferencias que se mostraban en la impresión digital de las distintas personas. Muy pronto se le ocurriría la brillante idea de aplicarlo para otras tareas, y entonces propuso a las autoridades que ésta sencilla manera de clasificación podía ser una efectiva manera para identificar a los presos y criminales en general, proyecto que fue desconsiderado al principio por los agentes de policía.

Al mismo tiempo en Japón, el investigador y científico Henry Faulds realizaba unos estudios tratando de determinar si los aborígenes del antiguo Japón eran los ancestros de los actuales japoneses o si sólo se trataba de una raza distinta. Faulds encontró unas vasijas cubiertas de impresiones digitales en una excavación arqueológica, y se le ocurrió tomar muestras de huellas de sus amigos, conocidos y otras personas afín de compararlas con las dejadas en las vasijas.

Casualmente un día su casa fue asaltada por unos desafortunados ladrones que tuvieron la "mala suerte" de dejar sus huellas impresas en unos botes de su laboratorio, pues el ingenioso Faulds tubo la suficiente astucia de compararlas con las que ya tenía en su colección, averiguando sin mucha dificultad al poco tiempo la identidad de los autores del robo.

Esta sería la primera ocasión en que las huellas digitales eran usadas para la investigación criminal, hasta que años más tarde estas mismas técnicas de identificación empezarían a ser utilizadas por los detectives... así hasta nuestros días. En el escenario del delito, las huellas encontradas son en su mayoría impresas por la impregnación sudoral de la piel, por lo que únicamente aquellas en "buen estado" que pueden ser utilizadas suelen localizarse en superficies lisas, como: vidrio, mármol, papel...

La toma de estas huellas se efectúa de diversas maneras dependiendo por ejemplo si el objeto es transportable o no. En caso afirmativo se toman fotografías en el laboratorio con aparatos muy precisos, y en el caso contrario, la impregnación dibujada será calcada con la ayuda de polvo porfirizado (carbonato de plomo, sulfuro de cobre, aluminio, etc.).

Una vez que se han tomado las muestras, éstas son llevadas a los archivos policiales en dónde se procede a la parte más complicada, que es la clasificación de las mismas por grupos que mantienen similares patrones y características. La clasificación empleada en la actualidad, ideada por Edward Henry en 1901, agrupa las huellas en tres distintas maneras según las formas centrales del dibujo: por arco, por lazo y por espiral, además de los numerosos detalles llamados analíticos, como pueden ser cabezas de línea, interrupciones, puntos, bifurcaciones, ramificaciones...

Las combinaciones son particulares a cada dibujo, y constituyen los elementos necesarios que garantizan la identificación del delincuente.Todas se archivan según el tipo de crimen o delito, incluso aquellas huellas de delincuentes no identificados encontradas en la escena del delito son guardadas para ser comparadas posteriormente con otras.

Su empleo por los cuerpos de seguridad puede considerarse bajo dos aspectos distintos: la filiación, o caracterización de un individuo una vez obtenidas las imprentas de sus diez dedos y añadirlas al archivo de huellas de todos los individuos condenados, inculpados o sospechosos, y la identificación del autor de ciertas categorías de infracciones a partir de las huellas dejadas en el lugar del delito para su posterior inculpación y condena.

En tiempos pasados, el criminal ya identificado era señalado de alguna manera para que cualquiera pudiera reconocerle como el delincuente que era, y que sufriese así el desprecio y la vergüenza pública: un tatuaje, una marca con hierro candente, o incluso amputaciones de algún miembro como ojos o manos. Afortunadamente la conciencia humana ha cambiado, y de nuestros días no sólo ya no se realizan estas prácticas macabras, sino que el Código Penal condena la llamada "victimización 3ª" (también conocida como "victimización del delincuente"), es decir, los malos tratos físicos o psicológicos a los que un recluso puede ser sometido.

El detenido cuenta con una serie de derechos penitenciarios además de aquellos fundamentales e inviolables que puede poseer como persona (derecho a la libertad religiosa, protección, visitas de familiares...).

A estos derechos penitenciarios, tales como el descanso nocturno y dominical, la progresión de grado, la participación en distintas actividades, etc. vienen a sumarse los programas formativos, educativos y psicosociales orientados a desarrollar las aptitudes, los conocimientos de los detenidos y para tratar sus problemas psicológicos afín de ayudarles a una reinserción en la sociedad.
Pili Abeijón
Criminóloga

3 comentarios:

Birdwhistle dijo...

Científicos británicos han desarrollado una nueva técnica de revelar huellas, aplicando una fuerte carga eléctrica a un nuevo tipo de polvo revelador finísimo, que permite hacer visibles huellas en vainas metálicas y en bombas, en cuyas superficies la sal del sudor de la impresión puede haber corroído el metal.

Con esta técnica los policías británicos ya han reabierto casos antiguos, como un doble asesinato sin resolver de hace 10 años.

Anónimo dijo...

ketienpo se tarda en analizar una uella

Anónimo dijo...

muy buena la informacion y las fotos me cirbio para hacer la tarea de juan vucetich XD